"Desde el 1 de julio en Río Teatro Caribe. Un musical que transportará al público a diversos episodios de El Dorado, a punta de rock pesado, salsa brava y ritmos afro venezolanos.
Una historia rota, con muestras del pasado y presente de lo que somos los venezolanos, es la que se proponen representar el grupo Río Teatro Caribe y la banda Quinto Aguacate, en colaboración con el Goethe-Institut Venezuela.
Se trata de Machete Caníbal, espectáculo dirigido por Francisco Denis y con la dirección musical de Edgar Moreno, que se estrena el 1 de julio a las 8 de la noche en la sala Río Teatro Caribe, ubicada en San Benardino. La obra cuenta con las actuaciones de Vera Linares, Pastor Oviedo, Dixon Dacosta, Mauricio Gómez, Osleida Pérez y Susana López. Los músicos que los acompañan son Carlos Almaral, Aarón Estraño, Alejandro Huizi, José Estraño, Mohamed Hussain y la cantante Ana Rosa Rodríguez. El diseño y realización de vestuario y escenografía es de Rafael Sequera, y la dramaturgia de Arved Schultze y del propio Francisco Denis.
Machete Caníbal parte del mito El Dorado para narrar la historia cruel de la conquista europea en Venezuela, para lo cual se escogieron tres momentos: El primero se da entre 1528 y 1546, cuando la corona española cedió la Provincia de Venezuela a los banqueros y armadores alemanes. Este acto lo encabeza Felipe Von Hutten, quien cree en El Dorado de los Omaguas y es el conquistador que justifica toda la barbarie de la conquista. En el segundo acto lo dirige Lope de Aguirre, el soldado conquistador que se convierte en el líder de los Marañones, primer movimiento de españoles en tierra Americana que se revela contra la Corona. Y el tercer episodio es Forlandia, pueblo creado hacia 1920 por Henry Ford, quien compra un pedazo de tierra de Brasil para producir el cultivo del caucho y organiza un lugar con todo lo que necesitaba el trabajador, pero con reglas muy distantes a la cultura latinoamericana.En este contexto se construye el relato de Machete Caníbal, que tiene tres historias atravesadas por dos personajes que hilan cada uno de los episodios: Napeyoma (mujer extranjera en lengua Yanomami) y el indio Akawé, uno de sus maridos. Napeyoma es Helena Valero, una campesina criolla que vivía en la frontera de Brasil – Venezuela en el año 1932, quien fue raptada por una tribu Yanomami durante 24 años.
Publicado en: http://teatroennotas.blogspot.com/2011/06/machete-canibal-sacudira-las-tablas-con.html

CRITICAS MACHETE CANÍBAL
EL ESPECTADOR venezolano
sábado, agosto 06, 2011
Machete Caníbal en Caracas
E.A. Moreno-Uribe
"Tan mal no anda el teatro caraqueño, aunque algunos lo tilden de subdesarrollado, netamente banal o profundamente comercial porque utiliza intérpretes afamados con sus performances televisivas. Lo cierto es que, en ocasiones, se presentan montajes de características excepcionales o novedosas, los cuales sacuden al chinchorro aburguesado en que espectadores y artistas hacen su siesta digestiva. Tal es el caso de Machete Caníbal, coproducido por Francisco Denis Boulton y su grupo Río Teatro Caribe, la banda de rock Quinto Aguacate y el Goethe Institut Venezuela.
La obra cuenta con las conmovedoras actuaciones de Vera Linares, Pastor Oviedo, Dixon Acosta, Mauricio Gómez, Osleída Pérez y Susana López. Los músicos que los acompañan, dirigidos por Edgar Moreno, son Carlos Almaral, Aarón Estraño, Alejandro Huizi, José Estraño, Mohamed Hussain y la cantante Ana Rosa Rodríguez, son vitales para la atmosfera del montaje. El diseño y realización de vestuario y escenografía es otro aporte creativo de Rafael Sequera, y la dramaturgia adelantada por Arved Schultze y el propio Francisco Denis Boulton, la cual revela un trabajo asombroso de síntesis. Raro montaje Francisco Denis Boulton, quien inauguró su abecé teatral con el grupo Malayerba de Ecuador para después estudiar en la escuela de Jacques Lecog y participar en la compañía de Philippe Genty, es uno de los más extraños teatristas criollos. Su rareza consiste en que lleva, más de una década, mostrando un teatro contracorriente, una entretenida mezcla de circo de salón con teatro de texto. Eso gusta o disgusta, pero es imposible ignorarlo si se tiene en cuenta la monótona cartelera caraqueña.
Ahora, después de su espectacular comedia erótica Sexo de René Pollesch, premiada durante la temporada 2010, se dejó atrapar por unas cuantas fabulas europeas y latinoamericanas sobre la leyenda de El Dorado, una fantástica región en America del Sur repleta de minas de oro y de piedras y maderas preciosas, para cuyo descubrimiento y conquista vinieron varias expediciones desde las codiciosas cortes europeas. Tras leerse todo lo que encontró, además de los puntuales textos de Arturo Uslar Pietri, Miguel Otero Silva y Francisco Herrera Luque, se bebió la historia sobre la intervención de Henry Ford para fundar la población Fordlandia en territorio brasileño, a principios de 1930, a orillas del río Tapajos, afluente del Amazonas, y por si fuera poco Francisco Denis se enamoró del relato Yo soy una peyoma de Helena Valero. En sìntesis, Machete Caníbal parte del mitológico El Dorado para narrar la historia cruel de la conquista europea en Venezuela, para lo cual se eligieron tres momentos: el primero, entre 1528 y 1546, cuando la corona española cedió la Provincia de Venezuela a los banqueros y armadores alemanes; este acto lo encabeza Felipe Von Hutten, quien cree en El Dorado de los Omaguas y es el conquistador que justifica toda la barbarie de la conquista. En el segundoacto esta Lope de Aguirre, el soldado conquistador que se convierte en el líder de los Marañones, primer movimiento de españoles en tierra Americana que se revela contra la Corona. Y el tercer episodio es Fordlandia, pueblo creado hacia 1920 por Henry Ford, pero con reglas muy distantes a la cultura latinoamericana.En este contexto o telón teatral de fondo se hilvana un relato casi antropológico con la saga de amor y sumisión de Napeyoma (mujer extranjera en lengua Yanomami) y el indio Akawé, uno de sus maridos. Napeyoma es Helena Valero, campesina criolla que vivía en la frontera brasileñavenezolana en el año 1932, quien fue raptada por una tribu Yanomami durante 24 años.
Hiperkinética y lúdica ceremoniaPero si la estructura dramática es conmovedora, la puesta en escena, que se realiza en un espacio escénico no convencional, es una extenuante e hiperkinética y lúdica ceremonia, de unos 150 minutos. Ahí hay televisión, teatro puro y hasta ron en pico de botella, para demostrar así el algunas verdades sobre la colonización europea y después el avance del imperialismo estadounidense, mientras los criollos tratan de sobrevivir con los aborígenes.
Todo eso se materializa en medio de esas pulsiones físicas y psicológicas que mueven a los seres humanos y lo convierten en esclavos de quienes las manipulen, como son el amor y el sexo. No hay tiempo para aburrirse en Machete Caníbal, porque la característica del montaje es la violencia de su teatro físico además del juego farsesco de sus actores y, por si fuera poco, su ácida música, un coctel de rock pesado, salsa brava y ritmos afro venezolanos. Con todo aquello no se pueden pegar los ojos ni dormir las espaldas de nadie. Es toda una novedad en esta Caracas la horrible.A todo este monumental trabajo con teatro, danza y música se le rotuló como “Machete Caníbal porque la historia de este continente está hecha a punta de machete y ser caníbal es una forma de cazar, de comerse al otro”, afirma Francisco Denis. Río Teatro Caribe Francisco Denis Boulton (Caracas, 1962) funda la agrupación Río Teatro Caribe en la sucrense población de Río Caribe, hacia 1994, pero en 1999 se traslada a Caracas para inaugurar la Sala Río Teatro Caribe. Ahí, en una quinta de San Bernardino, ha mantenido una programación constante además de talleres de perfeccionamiento y exploración del lenguaje teatral y dancístico.
Ha presentado, en su espacio, o en otras salas caraqueñas, montajes como Sexo, Sueño pelele, La dama rota, Toto, Yayo, Tulio y Talía, Terra Nostra, El temblor de la sonrisa y ahora Machete Caníbal. Hace un teatro, raro, extraño, porque no maneja códigos conocidos dentro de la vida culturalcapitalina. Para este artista y su gente, la metáfora escénica es asumida siempre en su totalidad.
En sus espectáculos, el público se ve obligado a convertirse en creador de una obra, donde, por lo general, las imágenes toman cuerpo y movimiento y se presentan de manera surrealista. Sus performances, a veces complejas en su sintaxis conceptual, se nutren de múltiples universos poéticos, ancestrales, históricos y con imágenes provocadoras, pero ocasiones también poseen un cierto aire absurdo y cómico, con escenas inscritas en una poética sugerente, simple pero profunda. En el terreno de lo simbólico, trata de ser coherente con sus propuestas o verosímil, así la historia tenga que armarla el espectador según su propio mundo referencial, que es la gran posibilidad que da el teatro que elabora la metáfora como ficción.
Una historia rota, con muestras del pasado y presente de lo que somos los venezolanos, es la que se proponen representar el grupo Río Teatro Caribe y la banda Quinto Aguacate, en colaboración con el Goethe-Institut Venezuela."
http://elespectadorvenezolano.blogspot.com/2011/08/machete-canibal-en-caracas.html



CRITICAS MACHETE CANÍBAL
Un punto de vista
Machete Caníbal
por Carlos Rojas
Caracas.- Por un azar semántico la palabra caníbal, que en la lengua originaria de Haití significaba <<valiente>>, se degradó progresivamente por mal uso de los colonizadores. De ahí que en muchas lenguas occidentales, caníbal o caríbal haya perdido hasta su connotación geográfica del Caribe, para significar al hombre salvaje, cruel y sanguinario e incluso al antropófago, que practica el <<canibalismo>>. Es muy probable que el director Francisco Dennis, conozca la evolución semántica del concepto. Sin embargo, es evidente que su intuición creadora le lleva certeramente a una situación análoga. Su pieza Machete Caníbal, en clave ópera tropical performántica y claramente en la línea de denuncia sociopolítica, que se acentúa desde entonces, juega con equivocismo del concepto.
El insinuante título que haría pensar en un protagonismo concreto de los intérpretes del montaje, se transfiere con la visión de la puesta a toda sociedad <<civilizada>>, especializada en su forma totalitaria, es decir: antropófaga. Se trata pues, de una obra de profunda denuncia sociopolítica, a la vez de un grito de alarma y un dolorido canto a la vuelta hacia el primitivismo, donde los valores fundamentales de la vida parecían mejor protegidos, que en el mundo contemporáneo. Se trata de un juego utópico. Para realizar ese juego de palabras, conceptos y realidades en que los considerados como <<caníbales>> son verdaderas víctimas de un verdadero <<canibalismo>> político o social, el director recurre a un doble método literario y audiovisual. Por una parte, incorpora a la narración el eterno mito del El dorado, donde el indígena yanomani
Machete Caníbal realiza un prodigioso canto a la libertad frente a la arbitrariedad. Por otra, anticipa como en <<ciencia-ficción>> el argumento, centrándolo en varios relatos históricos y ficticios, a su juicio, literalmente opresoras de esa misma libertad. El resultado se patentiza en el argumento de la obra. Francisco Dennis utiliza un estilo de contrastes para relatar esta tremenda fábula de selva ficción, hecha constantemente realidad. La dureza del argumento se contrapuntea con la agilidad de la música del Quinto Aguacate. Las escenas más agresivas se expresan con la movilidad de los personajes en un constante desasosiego, donde el desenfado juega un papel extraordinario. Los comportamientos de una sociedad tal vez más significativa del mundo contemporáneo aparecen <<violados>> y residuos de la antropofagia del poder.
Si en Machete Caníbal la familia se dividía por la arbitraria decisión del tirano Lope de Aguirre, dejando de ser auténtico hogar para transformarse en escenario de lucha, ahora, esa desintegración aparece más potenciada todavía por las alusiones de las grandes trasnacionales y de la iglesia. En ese sentido son extremadamente significativas algunas de las escenas, como el asesinato de Felipe von Hutten en pleno acto sexual o el saqueo del caucho en Manaos a través de la corporación Ford. Sobre ese escenario planean como aves de presa otras instituciones de poder. Ante todo, un ejército al servicio de la injusticia y hecho de marionetas deshumanizadas. Lo mismo, los Marañones, funcionalizada por la represión y vulneración más inequívoca de primordiales derechos humanos en tierra americana.
En un sentido más popular, pero no menos efectivo, la violencia de un de una emisora radial esclavizada y amordazada para cualquier denuncia. Finalmente, un barco lleno de personajes que nunca zarpa hacia ningún destino y permanecen <<anclado>> en el misterio de la iniquidad que les rodea. Evidentemente se trata de un montaje incómodo, con códigos, subtextos y lecturas nada amigables, que produce desazón y que, precisamente por esto quizás en su debido tiempo se convierta en un montaje <<maldito>> o de<<culto>>. Sin embargo, pensamos que se trata de una pieza importante. No sólo por su osadía en la escena, por la agudeza de su inspiración, sino por la originalidad en la recreación de la historia fabulada, quizás poco conocida, que supone siempre un riesgo extraordinario. Finalmente, por su concepción, verdaderamente visual, que la hace una pieza auténticamente performántica-teatral, espléndido hibrido de teatro-topográfico.
Toda obra de denuncia, sin embargo, está expuesta al peligro de infracción. Mucho más si viene expresada en un lenguaje metafórico, apto para la expresión libre y la carencia deliberada de matices como nos tiene acostumbrado el Teatro Río Caribe. En tal sentido, Machete Caníbal constituye un ejemplo de teatro apasionadamente efectivo, cuyo mensaje, para permanecer válido, requiere una constante rectificación crítica. Ahí radica, a nuestro modo de ver, el posible desencaje de esta interesante propuesta, que funciona perfectamente a niveles exclusivamente simbólicos, estéticos, e intelectuales por no decir originales, pero que no carece de efectividad en sus interpretación realista y popular. Esto último, además, por no ofrecer ninguna pista de solución válida.No se puede cerrar esta reflexión sobre Machete Caníbal sin destacar lo más notorio y coherente de la dramaturgia: el humor, nacido de un gran sentido de la constante contradicción entre ideología y realidad contextual en la que se da y opera. La, y perdónese la expresión, <<jodedera>> criolla funciona perfectamente a distintos niveles. Los cual nos obliga a respetar, e incluso, apreciar las dosis de sinceridad existentes en la puesta, y comprender que una obra realizada honestamente desde su propia perspectiva ideológica, con desenfado, desnudez, sin intentos triunfales de manipular ni la realidad ni al espectador, merece un gran aplauso. Situados ya en este plano, hay que apreciar Machete Caníbal como un trabajo profundamente humanista, sobre el hombre y sus opciones; sobre el hombre y su aventura de pensar actuando y de actuar pensando dentro de esa constante colonización a través de tanta estructura condicionante como si de una jaula permanente se tratara.
En este sentido, Machete Caníbal podría considerarse como un vértice de originalidad e inspiración, que acreditan a Francisco Dennis como uno de los directores alternativos más interesantes del nuevo teatro venezolano. No puedo terminar esta nota, sin referirme a un desenfadado y apasionado elenco de jóvenes promesas del teatro venezolano, todos correctos en su desempeño actoral: Susana López, Vera Linares, Osleyda Pérez, Dixon Dacosta, Mauricio Gómez, Francisco Dennis y un Pastor Oviedo que realmente atrapa en escena. ¡A todos ellos, mil gracias!
http://mipuntodevistacritico.blogspot.com/2013/02/machete-canibal.html




![]() Afiche Machete Caníbal |
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![]() Dixon Dacosta y Mauricio Gómez |
![]() Vera Linares |
![]() Susana López |
![]() Dixon Dacosta |
![]() Dixon Dacosta |
![]() Vera Linares y Dixon Dacosta |
![]() Vera Linares y Osleyda Pérez |
![]() Dixon Dacosta |
![]() Mauricio Gómez |
![]() Póster Machete Canibal |
![]() Quinto Aguacate |
![]() Vera Linares y Susana López |
![]() Quinto Aguacate y Osleyda Pérez |
![]() Quinto Aguacate |
![]() Dixon Dacosta |
![]() Osleyda Pérez |
![]() Marañones |
![]() Osleyda, Susana y Vera |
![]() Dixon Dacosta y Mauricio Gómez |
![]() Quinto Aguacate |
![]() Vera Linares y Dixon Dacosta |
![]() Los Marañones |
![]() Dixon Dacosta y Pastor Oviedo |
![]() Susana López |
![]() Machete Canibal |
![]() Osleyda Pérez |
![]() Machete Caníbal |
![]() Lope de Aguirre |
![]() Vera Linares y Dixon Dacosta |
![]() Lope de Aguirre y sus marañones |
![]() Quinto Aguacate |
![]() Francisco Denis con Pastor Oviedo |
![]() Marañones |
![]() Quinto Aguacate |
![]() Machete Caníbal |
![]() Quinto Aguacate |
![]() Osleyda Pérez |
![]() Susana López |
![]() Francisco Denis y Pastor Oviedo |
![]() Dixon Dacosta |